Por: Lucy López / GES News Agency.
San Luis, Arizona.
Con una mezcla de emoción y orgullo, Saralí Robles inauguró oficialmente su dojo Self Defense & Fitness Center ubicado en el 453 N Ave E al oeste de San Luis, que más que un gimnasio enfocado en artes marciales y defensa personal, es un refugio, una comunidad y un espacio para transformar la vulnerabilidad en poder. Un sueño que finalmente, se concreta.
“Hoy no solo abro estas puertas. Hoy se abre un espacio que nació de muchos años de lucha, aprendizaje, caídas y sobre todo de la profunda convicción de que las mujeres también pueden, deben y merecen ocupar espacios”, expresó Robles durante la ceremonia de corte de listón.
“Durante la mayoría de mi vida entrené rodeada de hombres. Desde niña me sentía vulnerable, con pocas herramientas en la vida y las artes marciales mixtas fueron mi desahogo, refugio y eventualmente mi propósito” dijo.
Luego de estudiar criminología se dio cuenta que las mujeres -siendo uno de los grupos más vulnerables- necesitan aprender a defenderse, pero también necesitan un lugar donde sentirse seguras, valoradas y acompañadas por otras mujeres. “Este gimnasio no es solo mío. Es de todas las que han sentido miedo, inseguridad o que han creído que no son lo suficientemente fuertes. Aquí van a descubrir que sí lo son. Aquí vamos a construir seguridad, disciplina, empatía, respeto y fortaleza”.
Señaló que su mayor pasión es ver como una mujer que llega tímida e insegura, poco a poco empieza a moverse con fluidez, con decisión y no vuelven a ser la misma.
Empezó entrenando judo a los 10 años, después se adentró en el boxeo, kick boxing y jiu jitsu, y aunque su tiempo como peleadora fue breve, nunca dejó de entrenar. El nuevo centro es la culminación de más de dos décadas de dedicación y lucha, tanto personal como profesional.
Además de su formación en criminología, Saralí fue instructora de generaciones de policías en San Luis Río Colorado. “Fue muy padre poder ayudar a mejorar a la policía en México y darles herramientas”.
El gimnasio ofrecerá clases de lunes a sábado con horarios de 5:00 a 6:00, de 6:00 a 7:00 y de 7:00 a 8:00 de la tarde. Con entrenamientos de boxeo, kick boxing, judo, lucha y artes marciales mixtas, incluyendo jiu jitsu. Los horarios están divididos por edades y género, y habrá sesiones especiales para mujeres y niños. Los sábados estarán dedicados a sesiones de sparring y retroalimentación.
Durante la inauguración, Robles recibió una inesperada y emotiva sorpresa de su coach Carlos Figueroa: su cinta azul en jiu jitsu, un reconocimiento que representa para ella años de esfuerzo sin validación formal. “Esta cinta es más que un nivel. Representa la constancia, la disciplina, las lágrimas, las lesiones, el trabajo silencioso y la pasión de dos décadas”, expresó Sarali. “Ahora, en mi propio dojo, con mi cinta azul en la mano, puedo decir con orgullo: sí valió la pena”.
Explicó que obtener una cinta cuando se practica artes marciales mixtas es complicado porque se mezclan varias disciplinas y los maestros de cada una de estas no otorgan ese valor, aunque se tenga el conocimiento.
El dojo también rinde homenaje a mujeres que rompieron barreras a lo largo de la historia: Juana de Arco, Amelia Earhart, Marie Curie, entre otras figuras femeninas como una amazona y una española armada que formó parte de la resistencia en la Segunda Guerra Mundial. En lugar de exhibir únicamente los rangos tradicionales de maestros, Saralí eligió mostrar imágenes de estas mujeres como ejemplo e inspiración para sus alumnas.