GES News Agency.
San Luis, Arizona.
Oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) frustraron un presunto intento de tráfico de menores la madrugada del 29 de abril en el Puerto de Entrada San Luis I, que resultó en el arresto de una mujer de 23 años, ciudadana mexicana y residente legal permanente.
De acuerdo con la agencia federal, la mujer intentaba ingresar a Estados Unidos conduciendo un sedán Chevrolet 2013 acompañada por un niño pequeño que dormía en el asiento trasero. Durante la inspección primaria, presentó un acta de nacimiento estadounidense y aseguró a los oficiales que el menor era su hijo.
Sin embargo, los agentes detectaron que el niño estaba en un sueño anormalmente profundo y notaron inconsistencias con la edad declarada. Tras una revisión más exhaustiva, determinaron que no existía vínculo familiar entre la mujer y el menor, y que el acta de nacimiento, aunque auténtica, no pertenecía al niño.
El menor, un niño de cinco años de nacionalidad mexicana, no contaba con documentos válidos para ingresar al país. La mujer confesó haberle administrado sedantes al niño antes del cruce con el fin de evitar ser detectada por las autoridades.
“Sedar a menores es una táctica peligrosa y común que vemos usada por traficantes de personas que intentan evadir la detección en nuestros puertos de entrada”, advirtió Chris León, director del Puerto de Entrada de San Luis. “Nuestros oficiales están capacitados en tendencias emergentes de contrabando y comprometidos con la protección de nuestras fronteras, especialmente cuando se trata de la seguridad de los niños”.
El vehículo fue confiscado y la mujer fue puesta a disposición de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
CBP recordó que, según la ley federal, se pueden presentar cargos mediante una denuncia, lo cual permite iniciar procesos judiciales sin implicar culpabilidad. Toda persona es considerada inocente hasta que se demuestre lo contrario en un juicio con pruebas competentes y más allá de toda duda razonable.